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Cuando visites Las Presillas verás que es un lugar sumamente grato, especialmente apropiado para visitarlo en los días más calurosos del verano. Está rodeado de zonas muy verdes y cuidadas, por lo que es ideal para ir en familia.
Este lugar está ubicado en las afueras de la localidad de Rascafría, en el valle del río Lozoya, al noroeste de Madrid. Se trata de un complejo de 3 amplias piscinas naturales, alimentadas por el cauce del río. Las aguas se han acumulado gracias a las presas construidas con este propósito. Son perfectamente aptas para un buen chapuzón y muy frescas, ya que bajan de la Sierra de Guadarrama. Verás que su temperatura contrasta notablemente con la habitual de los días de verano.
Además de estar situadas en una zona muy verde y luminosa, se han dispuesto mesas de merendero, aseos, contenedores para la basura y hasta un chiringuito donde tomar un refrigerio. Al verdor de los prados se añade el de numerosos árboles, que con su fronda te brindan espacios agradablemente sombreados.
Te aconsejamos que te levantes temprano ese día, porque en verano el lugar es concurrido. Llegando pronto, podrás elegir un buen lugar donde colocarte, poder ocupar una mesa si te has traído bocadillos o un picnic de casa, o disfrutar de un rincón más apartado y tranquilo en las piscinas. Aquí podrás encontrar información actualizada sobre Las Presillas y Rascafría, para que puedas organizar bien tu visita.
Para llegar, deberás tomar la A-1 y al llegar a la salida 69 te desvías por allí, siguiendo las indicaciones para llegar a Rascafría. Llegarás a este lugar después de pasar por el imponente Monasterio de Santa María del Paular. El trayecto es de unos 100 kilómetros desde el centro de Madrid y te llevará poco más de 1 hora.
La Sierra de Madrid en general es un pequeño paraíso natural muy cerca de la ciudad, donde hay una enorme variedad de plantas y animales. En nuestras excursiones debemos ser muy respetuosos con el medioambiente y recoger todo lo que traigamos de casa, para evitar la contaminación del paisaje y poder seguir disfrutándolo, pero también por toda la biodiversidad que vive allí. Si elegimos un sitio cómodo cerca del río Lozoya y no hacemos ruido, con un poco de paciencia, nuestro oído comenzará a escuchar los sonidos de la naturaleza: primero el arrullo del agua corriendo, pero poco a poco iremos descubriendo el canto de los zorzales, las oropéndolas, los ruiseñores…. ¿no te parece una manera estupenda de acercar la naturaleza y enseñar a respetarla a los más pequeños? Si quieres saber más sobre los sonidos de la naturaleza, te compartimos este artículo de Carlos de Hita, un gran experto en grabaciones y sonidos de espacios naturales.
Llevar a los pequeños y jóvenes a un lugar como este les permite tener una experiencia muy estimulante. El sol, el agua, el poder jugar y disfrutar del contacto con la naturaleza es una situación que los hará felices. Los balones y las mascotas no se admiten en estas piscinas, pero se pueden hacer muchas actividades.
Practica con los peques algunos juegos a los que puedan añadirse otros niños y niñas. Fomenta su creatividad planteándoles juegos y actividades al aire libre, ¡ya verás que con muy poco se lo pasarán genial! Después de tomar un buen baño seguro que apetece comer el picnic que hayas traído de casa o de tomar algo en el chiringuito que hay allí. Acordaros de dejar el lugar limpio y recogido, y de tirar los residuos a los contenedores adecuados. ¡Podéis organizar alguna actividad entre todos para recoger y reciclar la basura!
El pasar el día en un ambiente natural conlleva muchos efectos positivos para todos, grandes y pequeños. La vida en las grandes ciudades priva a los niños y niñas del contacto con la naturaleza, las plantas y flores, los insectos y animales, la luz y el aire libre.
El estar en un ambiente verde, abierto, luminoso e interactuar con otros niños en esas condiciones estimula el desarrollo motor y la coordinación gracias al ejercicio. También mejora la capacidad de atención, la creatividad, la autonomía y la adquisición de valores. Solo el hecho de estar expuestos a la luz natural, estimula la producción de dos sustancias fundamentales. Una de ellas es la serotonina, un neurotransmisor que incide positivamente en el estado de ánimo. La otra es la vitamina D, ya que para producirla hace falta recibir luz solar en la piel.
¡Animaros a conocer el lugar! Las Presillas te ofrece pasar un divertido día en familia, en un ambiente natural donde puedes bañarte y disfrutar con tus hijos e hijas muy cerca de Madrid. Y si quieres ver otros planes en la naturaleza con los más peques, también puedes animarte a conocer Las Cascadas del Hervidero.
LUNES – VIERNES DE 8.30 A 20.00
SÁBADOS DE 11.30 A 13.30
