El ojo humano convierte la luz del día en impulsos eléctricos que estimulan la producción de serotonina, una sustancia esencial para el bienestar emocional de los niños y niñas. Según un estudio realizado en Francia en 2012 con más de 2000 menores de toda Europa, se descubrió que la cantidad de luz natural en un aula mejora la concentración y el rendimiento de los alumnos.
Aunque en otoño e invierno abundan los días nublados, en la Península Ibérica tenemos la suerte de disponer de numerosas horas de sol a lo largo del año. Además, conforme se va acercando el verano, los días cada vez son más largos y eso se nota en nuestro organismo.
¿Por qué? Porque la luz natural tiene la capacidad de regular el ritmo circadiano de nuestro cuerpo, controlando la calidad de nuestro sueño y el estado de vigila. Ello ayuda a la producción natural de serotonina, que favorece la alegría.
Por todas estas razones, en Creati contamos siempre con luz natural, amplios ventanales del techo al suelo, y tratamos de aprovechar los entornos naturales en primavera y verano, para aprovechar algo tan sencillo y beneficioso, como la luz natural.